Tu futuro dependerá de tu transformación digital.

Informe sobre la situación y perspectivas de la educación superior después de la epidemia.

Un reciente informe de la Organización Iberoamericana (OEI) sobre el estado de las universidades en los países de la región tras la pandemia del Covid-19 confirma que el futuro de la educación superior está ligado a la transformación digital. Advierte que las universidades que se rezaguen en este proceso “corren el riesgo de perder su relevancia en un entorno cada vez más internacional”.

El documento fue presentado oficialmente en Ecuador el 31 de marzo, el cual es la base para la firma del convenio en Ecuador en la OEI y el Consejo de Educación Superior (CES), Quito. “Informe de diagnóstico sobre la educación superior y la ciencia después del COVID-19 en América Latina”. “Perspectivas y desafíos para el futuro 2022” tiene 275 páginas.

La primera parte cubre las lecciones aprendidas de la pandemia, cuyo principal impacto es la virtualización inesperada, forzada y acelerada.

ALGUNOS PUNTOS DEL INFORME DE LA OEI

• La educación superior de Iberoamérica es heterogénea y compleja, y sus instituciones poseen niveles disímiles de digitalización, tanto en sus áreas académicas como administrativas.
• La educación universitaria está en un proceso de digitalización. La cuestión es que cada institución identifique su nivel de progreso en relación con una verdadera transformación digital y cómo esto impacta a toda la organización y al quehacer educativo.
• La educación del futuro precisa estar centrada en el estudiante y en un modelo que promueva el aprender a aprender a lo largo de la vida.
• La garantía de la calidad de la formación demanda el apropiado uso de una plataforma de aprendizaje y de las adecuadas competencias didácticas y digitales del docente.
• La educación superior debe ser asumida por todos los gobiernos de la región como un derecho fundamental. Es vital garantizar acceso universal a todos los ciudadanos.

La segunda parte apunta al futuro de las universidades y concluye que de ello dependerá el avance de cada institución en la automatización de procesos para convertirse en lo que se denomina “Universidad 5.0”.

Según el informe, el futuro de la educación superior pasa por la personalización del aprendizaje, los juegos educativos, la geolocalización y la informática. Escenarios donde el proceso educativo es altamente dependiente de la tecnología. “En otras palabras, las universidades 5.0 utilizan la computación en la nube, la inteligencia artificial y la ciencia de datos para permitir la automatización digital intensiva de sus procesos de gestión académica, administrativa y de investigación”, afirma.

Sara Jaramillo, directora de OEI en Ecuador, dijo que el concepto es integral y no se limita al uso de tecnología. “Se trata de cómo usar esta transformación digital en las instituciones, pero no se trata solo de usar plataformas virtuales para impartir cursos, sino que está integrado en el sentido de que se trata de gestión académica, administración, pero no se trata solo de cómo usar la transformación digital en las instituciones. .investigación a desarrollar en todos los campos».

La realidad mostró que el docente tuvo voluntad y flexibilidad, pero pocas competencias digitales,  menos aún metodológicas, para utilizar las nuevas herramientas del modelo híbrido que se implantó mayoritariamente en América Latina.
Juan Manuel García

Está de acuerdo con el informe de la OEI, que enfatiza que la educación superior debe estar centrada en el estudiante y que la investigación realizada en las universidades debe ayudar a resolver los problemas de la sociedad.

Juan Manuel García, expresidente del Consejo para el Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Caces), coincide con la OEI en que la pandemia ha dejado al descubierto grandes diferencias entre las universidades en cuanto a adoptar la preparación digital. “La verdad demuestra que América Latina como sociedad y sus instituciones de educación superior aún tienen muchos obstáculos y brechas.

En cuanto a tamaño, presupuesto y leyes y reglamentos, solo aceptan el supuesto de heterogeneidad”, dijo. Si, a su juicio, las universidades no ven que sus funciones de docencia, investigación y extensión deben ir de la mano de las condiciones institucionales, como la infraestructura tecnológica y la transformación digital, «Nos arriesgamos a enviar profesionales inadecuados a la fuerza laboral. Una economía de quinta ola basada en inteligencia artificial según las necesidades del negocio».

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